sábado, 21 de marzo de 2009


Y entonces, la locura se apoderaba de su cabeza y de sus majestuosas manos, y comenzaba a romper todas sus esculturas. obra por obra.
Tal vez ella tuviera razon. Tal vez si ella las destruía nadie copiaría sus maravillas hechas de mármol.
Pero la locura se volvió tan letal que termino por destruirse a si misma.
su vida se fue apagando poco a poco. Muy lentamente. su mente se degradaba cada vez más.
Tal vez el loquero no era su destino. Pero el destino da malas jugadas a las personas. Y esta no fue la excepción.



sin embargo




Camille Claudel sigue viva.




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